Calidad de un embrión: ¿Cómo se clasifican los embriones?

Publicado: 15/10/2017 - Actualizado: 08/07/2020

Vamos a explicaros como analizamos la calidad de un embrión, eso que tanto os intriga, ese momento en el que vuestros peques están en el laboratorio y los embriólogos nos dedicamos a cuidarlos y también a clasificarlos.

Cómo se clasifican los embriones

La calidad de un embrión

Con la finalidad de determinar la calidad de un embrión en el laboratorio de las clínicas de reproducción asistida se efectúa un adecuado seguimiento del crecimiento de los embriones hasta el momento de la transferencia de éstos a la cavidad uterina.

Establecer la calidad de un embrión nos ayuda a seleccionar aquellos que posean una mayor capacidad de implantarse en el útero materno. Cuanto mejor es la calidad de un embrión, mayor es la posibilidad de que se implante en el útero y se consiga el embarazo.

ASEBIR (Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción) establece una serie de criterios para valorar la calidad de los embriones basados en parámetros morfológicos de crecimiento embrionario.

Los parámetros morfológicos que se tienen en cuenta cuando la transferencia se realiza en día +2 o +3 de cultivo de los embriones son los siguientes:

  • El número de células que presentan y su semejanza en cuanto a tamaño.
  • El ritmo en que se dividen las células
  • La existencia de fragmentación La fragmentación es debida a pequeños restos de células que mueren y se rompen en múltiples trozos. Se analiza el tipo de fragmentación celular, su distribución y la cantidad de fragmentación que contiene el embrión, es decir, el porcentaje de fragmentación celular. Se considera que un embrión es de mayor calidad cuanto menos porcentaje de fragmentación posee.
  • La presencia de vacuolas.
  • La existencia de multinucleación. Cada célula que forma el embrión debe contener un único núcleo donde se encuentra la información genética de esa célula. Podríamos definir la multinucleación como la presencia de más de un núcleo en al menos una de las células que forman el embrión.
  • Y otras alteraciones, como por ejemplo la presencia de un anillo citoplasmático donde se observa que el citoplasma del embrión aparece retraído.

Categorías de calidad de un embrión

La combinación de todos estos parámetros nos permite asignar cuatro categorías de calidad al embrión en función de su potencial de implantación esperado.

Los embriones de Categoría A son embriones de óptima calidad con máxima capacidad de implantación. Los de Categoría B son embriones de buena calidad embrionaria con elevada capacidad de implantación.  Se utiliza la Categoría C para designar aquellos embriones regulares con una probabilidad de implantación media. Se asigna la Categoría D a los embriones de mala calidad con una probabilidad de implantación baja. Dentro de esta última categoría existen embriones con anomalías diversas que hacen que su probabilidad de implantación sea prácticamente nula en algunos de los casos.

Transferencia embrionaria

En ocasiones la transferencia embrionaria se efectúa en día +5 o +6 de cultivo de los embriones. En estos casos se considera que un embrión posee un buen pronóstico de implantación cuando alcanza el estadio de blastocisto a los 5 o 6 días de cultivo en el laboratorio. En los embriones en estadio de blastocisto se deben diferenciar claramente las distintas partes del mismo; éstas son el blastocele, la masa celular interna (MCI), la zona pelúcida y el trofoectodermo (TE) polar y mural. Existe una clasificación de las fases de crecimiento que sigue el siguiente orden: blastocisto temprano, blastocisto cavitado, blastocisto expandido, blastocisto iniciando la eclosión y blastocisto eclosionado. Para determinar su calidad se tiene en cuenta la evolución del embrión, el grado de expansión del blastocele, el adelgazamiento de la zona pelúcida, si el epitelio del trofoectodermo es homogéneo o irregular, el tamaño de la masa celular interna y la presencia de fragmentación y vacuolas.

La transferencia de embriones en estadio de blastocisto nos aporta varias ventajas. Nos permite realizar una mejor selección de los embriones con mayor potencial de implantación, existe una mejor sincronía entre el estadio en que se encuentra el embrión y el ambiente del útero y hay una menor contractibilidad uterina en el momento de la transferencia.

Se debe tener en cuenta también que no todos los embriones son capaces de llegar  a la fase de blastocisto en el ambiente de laboratorio, por lo que la decisión de realizar la transferencia en día +2/+3 o bien en día +5/+6 dependerá de cada caso particular.

Creemos importante aclarar que todas las categorías embrionarias tienen una probabilidad de dar lugar a un embarazo que llegue a término. Utilizar un embrión de calidad C o D para realizar la transferencia no significa  que el bebé que nazca pueda tener problemas. La calidad de un embrión se relaciona únicamente con su capacidad de implantarse en el útero materno y, por tanto, no tiene ninguna relación con la posibilidad de que posteriormente se produzca un aborto o de que el feto pueda tener alguna malformación

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Revisado por: Antonia González el 08/07/2020

Acerca del autor
  • Neus Ferrando Gilabert

    Licenciada en biología por la Universidad de Valencia, con postgrado en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida en la Universidad Miguel Hernandez. Este es su Linkedin.