Publicado: 02/07/2017 - Actualizado: 25/08/2020
Autor: Antonia González
Hermosos y hermosas, hace un tiempo hice una reflexión pública sobre la impaciencia que sufrimos todos…y hoy quiero hablaros de otro de los males de nuestra época, la resistencia emocional. Y paso a explicaros de una manera más desarrollada qué es esto de la resistencia.
Como también os dije hace un tiempo, cada Martes tenemos el grupo de Meditación Mindfulness OnLine, donde hacemos el programa de reducción de estrés y ansiedad de la Universidad de Massachusetts, en este programa se trabaja con la conciencia corporal, las emociones, los pensamientos, la compasión, el dolor físico…. Y durante el curso, hay una término que digo en bastantes ocasiones, la Resistencia emocional.
Qué es la resistencia emocional
Tenemos la peligrosa costumbre de resistirnos a todo lo que no nos gusta, por ejemplo, tenemos un dolor físico, y lo primero que hacemos es enfadarnos y no querer que nos pase esto… o en nuestra vida se produce un cambio de vivienda o de trabajo, y qué hacemos? Resistirnos… y no es nada práctico, porque lo que sucede, sucede, y por mucho que no queramos que eso nos pase, en realidad, nos está pasando, y no podemos evitarlo, porque ES… leed bien esta frase: no queremos que nos pase algo que justo en ese momento nos está pasando. Verdad que no tiene mucho sentido? Verdad que es imposible cambiar un hecho presente? Si está sucediendo, está sucediendo, y lo peor que me puede pasar es que encima de lo que me pueda producir este hecho, encima, yo me resista a ello.
Y sabéis por qué? Pues porque cuando me resisto a lo que acontece, estoy evitando la realidad, y estoy en constante sufrimiento.
ESO es lo más importante, que la resistencia crea el sufrimiento.
Cómo nos afecta la resistencia emocional
Por ejemplo, si tengo un dolor físico, si además de tener ese dolor, me resisto a tenerlo, YO le estoy añadiendo sufrimiento, vamos, que además de mi dolor físico tengo un dolor “emocional”. Me explico?
Lo mismo ocurre si de repente descubrimos que tenemos un problema de fertilidad, o nos está costando quedar embarazados… no es suficiente el dolor que esto produce? Si además nos resistimos a este hecho, si negamos incluso que esto nos esté sucediendo a nosotros, lo único que haremos es agravarlo más, y el dolor cada vez será más agónico.
Quizá, lo que tenemos que hacer, en la vida en general, es ACEPTAR que esto que sucede no me gusta, pero que está aquí, conmigo, por alguna razón que todavía no sé, pero quizá, por no decir casi seguro, que de esta experiencia que, a priori, puede parecer horrible, puedo sacar una lección de vida.
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Resistirme al presente es inútil, no porque yo no quiera que algo sucede va a dejar de suceder.
Lo más inteligente es ampliar nuestra capacidad de adaptación, no??
Y sabéis qué saco yo de este acto de resistencia emocional? Pues que nos da pánico el cambio, que no soportamos los cambios, que queremos una vida estable y plana, sin sobresaltos, sin nada que nos distraiga de nuestra maravillosa rutina…. Pero queridos, la vida es una constante CAMBIO, y el día que aceptemos que TODOS estamos en constante cambio, ahí será cuando nuestra resistencia se relajará.
Nos sentimos tranquilos porque tenemos un “aparente” control de la vida, de nuestro trabajo, de nuestra relación de pareja, de nuestra familia, de nuestro cuerpo, de nuestra mente… de verdad pensáis que controlamos algo de esto? En serio?
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Ya siento fastidiaros el Domingo con mis reflexiones, pero la mejor forma de intentar encontrar eso que se acerca a la felicidad (otro error) es aceptando que todo cambia y que la vida es una cajita de sorpresas, a veces maravillosas, otras no tanto…
Un ejemplo que se me acaba de ocurrir, nunca os ha pasado, que os tienen que poner una vacuna, o daros un pinchazo, o puntos… lo que sea… y si sabes que el médico o enfermera se acerca con la aguja a tu cuerpo, aun cuando TODAVIA ni te ha tocado, ya te duele, ya estás sufriendo, ya todo tu cuerpo está acelerado!!!!
Pero si ni me ha tocado!!! Ya, pero me estoy resistiendo tanto a lo que sucede, como estoy adelantando mis pensamientos a todo lo horrible que me va a pasar, y al dolor que voy a sufrir, pues antes de que ese dolor llegue de verdad, ya lo sufro en mis carnes!!!!
Entendéis el daño que nos hacemos nosotros solitos??
Por eso, y por mil razones más, no me cansaré de decir que AMO el Mindfulness, que es una FORMA de vida, no es solo meditar, NO, es aprender a vivir de otra forma, es aprender a ver la vida y lo que la acompaña, desde una perspectiva totalmente diferente.
Significa eso que el dolor desaparece, que el sufrimiento lo eliminas de tu vida? NO, significa que vives más presente, sin añadir más de lo que ES.
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